El Corán es una prueba innegable para la Misión Profética de Muhammad
• Cuando estudiamos el Corán incluso superficialmente desde el punto de vista de su redacción y significado, ciertamente llegamos a la conclusión de que es completamente diferente a todos los otros libros del mundo. Así que, en rango y valor o está debajo de todos ellos —incluso Satanás no puede aclamar esto, ni lo concibe—o está sobre ellos. Ya que está sobre todos ellos, debe ser la Palabrade Allah.
• El Corán declara abiertamente: Tú (Oh, Muhammad) no fuiste un lector de ninguna Escritura antes que esta, ni escribiste (tal Escritura) con tu mano derecha, pues entonces aquellos que siguen la falsedad podrían (tener el derecho) de dudar de ella (29:48).Es un hecho establecido e innegable que el Profeta Muhammad, que la paz y las bendiciones estén con él, era iletrado. Mientras que el Corán, que él trajo, ha retado a toda la humanidad con todos sus genios literarios y científicos, desde el primer día de su revelación hasta el Último Día, a que produzcan algo semejante a él o incluso un solo capítulo: Si están en duda con respecto a lo que le Hemos enviado a Nuestro Siervo (Muhammad), entonces produzcan un capítulo semejante a esto, y citen a sus testigos, y partidarios, que están lejos de Allah, si son verdaderos (2:23). La humanidad desde entonces ha sido incapaz de producir algo semejante inclusive uno solo de sus capítulos, incluyendo, por supuesto, los más breves como la Sura al-ijlas o la Sura al-Kawzar; aquellos que se han arriesgado a hacerlo se han puesto abiertamente en ridículo. Esta es una prueba clara para la Divinaautoría del Corán.
• La revelación del Corán duró 23 años. Es inconcebible que cualquier libro escrito por un ser mortal en 23 años, un libro que sea sobre verdades Divinas, metafísica, creencias religiosas y adoración, plegarias, leyes y moralidad, un libro que describa totalmente la otra vida, un libro de psicología, sociología, epistemología, e historia, un libro que contenga hechos científicos y los principios de una vida feliz, no tenga puntos contradictorios. Mientras que el Corán declara abiertamente que no tiene contradicciones en absoluto y por lo tanto es un Libro Divino: ¿Entonces no meditarán sobre el Corán? Si este hubiera sido de cualquier otro Allah hubieran encontrado allí mucha contradicción e incongruencia (4:82).
• El Corán está más allá de toda comparación desde el punto de vista de estilos y elocuencia. Todas las oraciones, palabras e inclusive las letras usadas en el Corán forman una armonía tan milagrosa que, con respecto al ritmo, música, e incluso proporciones geométricas y medidas matemáticas, y con respecto a cuántas veces cada elemento de estos es usada en todo el Corán, está en el lugar exacto que debe estar y se entreteje e interrelaciona con las otras. Ninguna obra maestra literaria, incluyendo los dichos del Profeta mismo, que la paz y las bendiciones estén con él, puede competir con el Corán.
• En el período que el Corán fue revelado, la poesía y la oratoria disfrutaban de gran prestigio en la península arábiga. Los certámenes de poesía eran celebrados y los poemas de los ganadores se escribían en oro y se colgaban sobre la pared de la Kaba. ElProfeta Muhammad era, como todos saben, iletrado y nadie lo había oído recitar ni siquiera un par de poesías. Sin embargo, el Corán también retó a los expertos conocidos en estos campos y los obligó a rendirse. Cuando aquellos que persistían en la no creencia oyeron el Corán, fueron cautivados por él. No obstante, para evitar la expansión del Islam, lo etiquetaron como algo mágico y aconsejaron a la gente a que no lo escuchara. Pero cuando aquellos, como Hansa y Lebid, que creían en el Corán, dejaron de inventar poesía después de la Revelación del Corán con respeto temor reverencial por sus estilos y elocuencia, los infieles tuvieron que confesar: «Si lo llamamos un trozo de poesía, no lo es. Si lo designamos como un trozo de prosa rimada, no lo es. Si lo describimos como la palabra de un adivino, no lo es». A veces, no podían evitar escuchar la recitación del Profeta en forma secreta durante la noche pero no podían vencer su arrogancia y así creer en su origen Divino.
• A pesar del alto nivel de poesía que se había alcanzado en esa época, el vocabulario del árabe no era avanzado en el mismo grado. Era difícil, incluso imposible, expresar con éste ideas metafísicas o científicas, conceptos religiosos y filosóficos. Restringido a las palabras y expresiones para explicar los pensamientos y sentimientos de los hombres abandonados y la simple vida que llevaban, este idioma tan rico que a través del Corán adquirió un nivel tan alto que se desarrolló como el lenguaje de la civilización más deslumbrante de la historia mundial en todos sus aspectos científicos, religiosos, metafísicos, literarios, económicos, jurídicos, sociales y políticos. Es imposible para un iletrado preparar el terreno y dar el camino a semejante revolución filológica sin precedentes en la historia humana.
• A pesar de su aparente simplicidad, el Corán tiene tales profundidades de sentido que todos desde el más común de los mortales hasta el erudito de rango más alto, el hombre científico y literario, encuentran una parte en él. El Corán es un libro que ilumina los caminos de los poetas, músicos y oradores, sociólogos, psicólogos, científicos, economistas y juristas. También, los fundadores de todas las órdenes verdaderas espirituales y las escuelas de leyes y conducta encontraron en él los principios de sus órdenes y escuelas. El Corán les ha demostrado a todos las maneras para resolver sus problemas. También satisface a todos en sus búsquedas espirituales. ¿Hay otro libro del mismo carácter, calidad y nivel al lado del Corán?
• A pesar de la belleza y el interés, podemos leer un libro a lo sumo dos o tres veces y luego aburrirnos de él. Sin embargo, no se ha oído jamás que nadie se haya aburrido con la recitación del Corán. Cientos de millones de musulmanes recitan partes de él en sus cinco plegarias diarias y la mayoría de ellos lo recitan de principio a fin al menos una vez al año. Ha habido cientos de miles de personas recitándolo de principio a fin una o dos veces o incluso tres veces al mes. Cuanto más frecuentemente lo recitemos, más provecho se saca y más deseo se siente por recitarlo. Nunca nos cansamos de él, su redacción, sentido y contenido, no hacen que el Corán pierda ni un ápice de de su originalidad y frescura. Mientras pasa el tiempo, él respira en las mentes y almas nuevas las verdades y los significados de modo que aumentan en actividad y vivacidad.
• El Corán describe al hombre con todos sus aspectos físicos y espirituales y contiene los principios para resolver todos los problemas que puedan aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar con respecto a todos los campos sociales, económicos, judiciales, políticos y administrativos de la vida. Además, satisface la mente y el espíritu al mismo tiempo y garantiza la felicidad en ambos mundos.
A pesar de lo inteligente que se pueda ser, es imposible que establezcamos reglas para resolver toda clase de problemas que la humanidad puede encontrar hasta el Último Día. Incluso el mejor de los sistemas que no se origine en el Corán o la Revelación Divinano puede durar sin sufrir revisiones al menos cada 50 años. Más importante que esto, ninguno de esos sistemas puede prometerle al hombre la felicidad eterna; los principios de todos ellos están restringidos a la vida mundana, que es transitoria e infinitamente breve cuando se la compara con la vida futura. Por contraste, ninguno de los principios que el Corán estableció hace siglos se volvieron anticuados y gastados por el paso del tiempo, ni tuvieron defectos o deficiencias. Por ejemplo, el Corán ordena que la riqueza no se convierta en un medio de prosperidad que circule sólo entre los ricos (59:7); que los oficios del gobierno deben ser confiados a personas competentes calificadas para ellos y que la justicia absoluta sea la regla en la administración y el juzgamiento públicos entre las personas (4:58), y apunta que un hombre sólo tiene aquello por lo cual se esfuerza (53:39) y que cualquiera que mate a un ser humano injustamente es como si matara a toda la humanidad (5:32). Todos estos principios eternos y dorados y muchos otros como la prohibición de la usura, el juego, el alcohol y toda clase de intercambios ilícitos así como los mandatos con respecto a rezar, ayunar, dar limosna y la buena conducta —los principios que se refuerzan a través del amor y el miedo a Allah y la promesa de una vida eterna y feliz y el temor del castigo eterno del Infierno— constituyen otra prueba innegable para la autoría Divina del Corán.
También, el Corán descubre el misterio del hombre, la creación y el universo. Estas tres criaturas de Allah, es decir, el hombre, el Corán y el universo, son los tres libros" que nos hacen conocer al Creador. Son las tres versiones o expresiones de la misma verdad. Por lo tanto, El Que ha creado al hombre y el Universo es El Que ha revelado el Corán.
• No puedes encontrar a alguien que haga exactamente lo que dice que hagan los demás o a alguien cuyo trabajo lo refleje exactamente. Sin embargo, el Corán está totalmente en consonancia con el carácter del Profeta Muhammad, que lo recibió de Allah y designó su vida según a él. Se puede decir que el Corán es la personificación de Muhammad en las palabras o Muhammad es la personificación del Corán en la creencia y la conducta. Son dos expresiones de la misma verdad. Cuando se le preguntaba por la conducta de Muhammad, Aisha Siddiqa respondía: « ¿No leyó el Corán? La conducta de Muhammad, consistía en el Corán. Esto demuestra claramente que el Corán y Muhammad, son las obras de Allah Todopoderoso».
• Un escritor normalmente escribe bajo la influencia de las condiciones que lo rodean. Es casi imposible encontrar a un escritor, sea un escritor realista o un idealista o inclusive uno de ciencia ficción, que pueda escribir completamente separado de las condiciones que lo rodean. Por contraste, aunque fue revelado por partes en ciertas ocasiones, el Corán es igualmente universal y objetivo cuando se ocupa de los asuntos particulares mientras que es exacto y preciso acerca de las cuestiones universales. Usa expresiones precisas incluso al describir el comienzo de la creación y el final de los tiempos y la creación del hombre y su vida futura en el otro mundo. También, precisamente como algunas veces extrae conclusiones universales de acontecimientos particulares, así también algunas veces va desde los principios universales hasta los acontecimientos particulares. Esto, típico del estilo coránico, es imposible encontrarlo en alguna obra humana y es, por lo tanto, otra señal de su origen Divino.
• No ha habido nadie en la historia humana que haya escrito libros en su campo con el mismo grado de precisión en religión, leyes, sociología, psicología, escatología, moralidad, historia, literatura, etc. Sin embargo, el Corán contiene al menos los principios de todas las ramas del conocimiento en resumen o detalle y ni siquiera un solo trozo de conocimiento en su contenido jamás ha sido contradicho. ¿Esto no debe ser suficiente para que alguien imparcial reconozca su origen Divino?
• ¿Qué escritor puede aclamar que lo que escribe es absolutamente correcto y no puede ser contradicho hasta el Último Día? En un tiempo que las conclusiones de la ciencia pronto se vuelven «anticuadas» y gastadas e incluso las Divinas Escrituras anteriores tales como la Torá y los Evangelios sufren continuas alteraciones—inclusive un estudio superficial de los asuntos de la Biblia publicada en diferentes épocas y en diferentes idiomas será suficiente para ver las grandes alteraciones que ha sufrido las verdades del Corán retienen su frescura o, con las palabras de Said Nursi, «mientras pasa el tiempo, el Corán siempre se hace más joven». A pesar de todos los esfuerzos que se hicieron para encontrar errores y contradicciones en él desde el comienzo de su revelación, este ha permanecido inmutable y desplegó su unicidad, conquistando cada día nuevos corazones y sus tesoros ocultos e ilimitados son descubiertos uno por uno o crecen en completa floración como una rosa celestial con pétalos incontables.
• A pesar de que seas un gran conocedor de las cosas y de que seas famoso por tu veracidad, ¿puedes hablar en nombre del presidente, el primer ministro y todos los ministros, y también en nombre de las asociaciones literarias, abogados y artesanos, y la junta de catedráticos y científicos universitarios? Si puedes, ¿puedes aclamar que los representas a todos tan perfectamente como cada uno de ellos quiere que lo hagas? Si puedes, ¿puedes legislar todos los asuntos del país? Esto es precisamente lo que el Profeta logró a través del Corán. Ahora bien, ¿cómo puedes aclamar que un iletrado, que no había tenido nada que ver con ninguno de estos asuntos hasta sus cuarenta años, logró esto sin la inspiración y apoyo Divinos?
• A pesar de ser leves, hay algunas amonestaciones para el Profeta en el Corán. Nadie, especialmente si exalta la Misión Profética, menciona una calumnia grave contra su esposa en su libro. Sin embargo el Corán da un lugar importante a las calumnias hipócritas expresadas contra Aisha, la esposa del Profeta. Para demostrar prácticamente que el Islam no permite ninguna discriminaciî racial y que la superioridad sólo es por la piedad y la honradez, no por el nacimiento, el color, la raza, la riqueza o la posición, el Profeta casó a Zaynab, una noble mujer de los Hashimitas, con Zayd, un esclavo negro emancipado. No obstante, los versos revelados después ordenaron que, para terminar con una falsa tradición establecida —a saber, ni la adopción ni ninguna otra manera de declarar a alguien como un hijo puede crear una relación legal comparable con la relación de los hijos y los padres naturales, y no hay dificultad y pecado para los creyentes en casarse con las esposas divorciadas de aquellos que una vez adoptaron como hijos —el Profeta debía casarse con Zaynab. Este matrimonio fue muy difícil para que el Mensajero de Allah entrara en él, pero ya que fue ordenado por Allah, no tuvo otra salida que cumplir con él. Como diría luego Aisha, si el Profeta hubiera ocultado algo del Corán, habría ocultado esta orden y no se habría casado con Zaynab. También, si hubiera escrito él el Corán, nunca habría mencionado este incidente. Abu Talib, el tío del Profeta a cuya protección Abdulmuttalib lo confió, emprendió la manutención del Profeta cuando aún tenía ocho años de edad y después de su declaración de la Misión Profética, lo protegió contra los Coraichies durante diez años. El Profeta amaba muy profundamente a su tío y deseaba mucho su conversión. Sin embargo, un verso llegó y amonestó al Profeta contra este deseo que casi lo llevó a la muerte: Tú no guías a quien amas, sino que Allah guía a quien Él quiere. Él conoce mejor a los que son guiados (28.56). ¿Qué hubiera evitado que el Profeta, si él hubiera sido el autor del Corán, declarara falsamente que su tío había aceptado el Islam?
• Hay muchos versos en el Corán que comienzan con «Ellos te preguntan» y continúan con «Di (en respuesta)». Estos versos fueron revelados para responder las preguntas que los musulmanes y los no musulmanes le hacían Profeta, incluyendo especialmente los judíos de Medina. Las preguntas que le hacían eran sobre las cosas legales o ilegales, la distribución de los botines de guerra, las fases de la Luna, el Juicio del Día Final, Zu´l-Qarnayn (uno de los antiguos reyes que hizo grandes conquistas en Asia y África), el espíritu etc. Alguien que no tiene un conocimiento que todo lo abarca no puede responder tales preguntas. Pero las respuestas dadas por el Profeta iletrado, que la paz y las bendiciones estén con él, satisfacía a todos y nadie podía objetarlas. Esto demuestra que Allah le enseñó, el que Todo lo Sabe.
• Como se explicó antes, el Profeta vivió una vida muy austera y nunca persiguió ganancias o metas mundanas como la fama, gobernar, la riqueza y tener hermosas mujeres. Además, tuvo que resistir agobios y persecuciones de varias clases. Aclamar que Muhammad — ¡que Allah prohíba tal pensamiento!— inventó el Corán significa que Muhammad, que era conocido como Muhammad el Digno de Confianza, era —pedimos perdón por tener que narrar una aclamación tan falsa— el mayor mentiroso y engañador que la historia jamás haya conocido. ¿Qué podría haber hecho que aclamara falsamente la Misión Profética a pesar de las privaciones y persecuciones más severas? Acusar al Profeta Muhammad de ensalzar falsamente la Misión Profética y atribuirle a él el Corán, es la más infundada, degradante y mezquina de las acusaciones.
• El Profeta Muhammad, observó mucha resistencia por parte de los judíos y los cristianos. Tuvo que luchar contra los judíos de Medina varias veces y echarlos de la ciudad. A pesar de esto, el Corán menciona al Profeta Moisés— el Profeta enviado a los israelitas— alrededor de 500 veces, mientras que el nombre de Muhammad es mencionado en el Corán sólo cuatro veces. El Corán también menciona al Profeta Jesús muchas veces. ¿Es concebible que alguien que aclama falsamente la Misión Profética siempre mencione a los Profetas de los pueblos que le demuestran gran hostilidad? El Corán menciona a los Profetas anteriores, incluyendo especialmente a Moisés y Jesús, que la paz esté con ellos, y la negación de los cristianos y los judíos sobre la Misión Profética de Muhammad y la autoría Divina del Corán, es una prueba innegable de la Misión Profética de Muhammad y la autoría Divina del Corán y que la negación de los cristianos y los judíos surge puramente de falsas razones como los celos, el prejuicio y el egoísmo.
• Hay otro argumento para la autoría Divina del Corán que se refiere a ciertos hechos de la creación recientemente establecidos por los métodos científicos modernos. ¿Cómo, excepto por motivo de su autoría Divina, es posible para el Corán ser literalmente verdadero en las cuestiones sobre las que la gente no tenía ni la más mínima idea en la época que fue revelado? Por ejemplo, si el Corán no fuera una Revelación Divina, ¿hubiera sido posible que contuviera un verso como este: Los infieles no se dan cuenta que los cielos y la tierra fueron una unidad de creación antes de que los dividiéramos? (21:30). Si el Corán realmente se refiere, explícita o implícitamente, a las clases de hechos con los que trata la ciencia, y la relación entre el Corán y las ciencias modernas, son cuestiones de considerable controversia entre los intelectuales musulmanes. Deberíamos por lo tanto tratar el tema al final.
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