Según el historiador francés, Lamartine, el Profeta «...no sólo movilizó ejércitos, Imperios, pueblos y dinastías sino millones de hombres en un tercio del mundo entonces habitado; y más aún, él revolucionó altares, dioses, religiones, ideas, creencias y almas... Su vida, sus meditaciones, su revelación heroica contra las supersticiones de su país, y su valor en la lucha contra las furias de la idolatría; su firmeza de actuación durante trece años en La Meca ... su predicación incesante, sus guerras contra la incertldumbre, su fe en su éxito y su seguridad sobrehumana en momentos de desgracia, su paciencia en la victoria, su ambición completamente dedicada a una idea y en ninguna manera orientada a ensalzar un determinado Imperio; su rezo incesante, su conversación mística con Dios, su muerte y su triunfo después de la muerte; todo esto no atestigua sino una convicción firme ... y fue esta convicción la que le dio el poder de restaurar un credo. Este credo era doble, la Unidad de Dios y Su Inmaterialidad; lo primero dice lo que Dios es; y lo segundo lo que no es.» M. Fethullah Gulen da su interpretación única del profeta Muhammad, basada en una vida de estudio personal y lucha para cumplir con los estándares ideales llevados a cabo por una de las figuras más fascinantes surgidas en nuestro medio. Canales de Ventas