El Decreto y el Destino Divinos Así Como el Libre Albedrío del Hombre
La palabra árabe traducida como «destino» es «qadar», que significa, en sus derivaciones, determinación, dar una cierta medida y forma, dividiendo y juzgando. Como un término, es definido por los eruditos islámicos como medida Divina, determinación y juicio en la creación de las cosas.
Antes de seguir adentrándonos en los detalles relacionados con el tema del Decreto y el Destino Divinos, sería mejor que consideráramos la traducción de algunos versos relevantes:
Con Él están las llaves de lo Invisible. Nadie salvo Él las conoce. Conoce lo que está en la tierra y el mar. Una hoja no cae salvo que él lo sepa, ni un grano entre la oscuridad de la tierra, nada de lo mojado o seco salvo que esté en un Libro Manifiesto (6:59).
No hay nada oculto en el cielo o la tierra salvo que esté en un Libro Manifiesto (27:75).
Es Él el Que trae a la vida a los muertos. Nosotros registramos lo que envían (de sus vidas y conducta para la Vida Futura) y lo que es dejado de ellos. Todas las cosas las hemos guardado en un Libro Manifiesto (36:12).
Ellos dicen: « ¿Cuándo esta promesa (será) (cumplida), si eres auténtico?» Di: «El conocimiento sólo está con Allah, y yo solamente soy un simple advertidor» (67:25-6).
No, pero es un glorioso Corán, sobre una Tabla Preservada (85:21-2).
En un sentido, el Decreto y el Destino tienen el mismo sentido, pero en otro, el Destino significa predeterminación o preordenanza, mientras que el Decreto significa ejecución de esta ordenanza o ponerla en funcionamiento.
Para definir más clara y elaboradamente, el Destino significa que desde los (átomos) microscópicos hasta (el Universo en general) macrocósmico, desde las partículas hasta las galaxias, Allah Todopoderoso, Que conoce todo hasta lo más mínimo y Cuyo Conocimiento incluye todo el espacio y el tiempo mientras que Él mismo está absolutamente más allá del tiempo y el espacio, da existencia en Su Conocimiento a todas las cosas o seres y le asigna una forma a cada una, un espacio de vida, función o misión y ciertas particularidades. Esto se puede entender por una analogía —Allah es la comparación más elevada, y Él está absolutamente más allá de toda comparación y es diferente a lo que el hombre puede imaginar de Él— teniendo el conocimiento completo y exacto de un autor sobre el libro que escribirá y arreglará en su mente en forma de capítulos, secciones, párrafos, oraciones y palabras antes de escribirlo.
En este sentido, el Destino es casi idéntico al Conocimiento Divino o el Destino es un título del Conocimiento Divino, y también es llamado el Registro Manifiesto o la Tabla Suprema Preservada.
El Destino también significa que Allah hace todo según una cierta medida particular y en un equilibrio exacto. El Corán declara:
Allah conoce lo que cada mujer da a luz y lo que los vientres absorben y lo que hacen crecer. Y todo con Él está medido (13:8).
El Sol y la Lunafueron hechos precisos según un cálculo. Las estrellas y los árboles Lo adoran con diligencia. Y Él ha levantado el cielo; y Él ha colocado el equilibrio, para que no te excedas, sino para que observes estrictamente el equilibrio, y que de esto no te falte (55: 5-9).
El exacto equilibrio y armonía en el Universo demuestra claramente la existencia del Destino Divino; es decir que, el universo, como un todo y con todas sus cosas o seres individuales en él, despliegan una medida, equilibrio, orden y armonía exactos, demuestra que todo está determinado, medido, creado y gobernado por Allah Todopoderoso. Las afirmaciones como el determinismo, que es sostenido por muchos, incluyendo incluso los partidarios de la ideología Marxista, al explicar el orden y operación del Universo incluyendo el reino humano, son una admisión tácita del Destino, aunque el determinismo absoluto es incompatible con el Islam al explicar las acciones del hombre.
Todas las semillas, medidas y con formas proporcionadas, y el extraordinario orden y armonía del universo, y su operación durante billones de años sin desplegar la más mínima interrupción o desviación en ninguna parte de ellas, todo esto demuestra que todas las cosas suceden según la absoluta determinación de Allah Todopoderoso.
Cada semilla de fruta e incluso cada óvulo fertilizado por un espermatozoide masculino es como una caja formada por el Poder Divino dentro de la cual el Destino Divino ha construido la historia de la vida futura de una planta o un ser animal. El Poder Divino emplea átomos o partículas según la medida establecida por el Destino Divino como bloques de construcción convirtiendo a la semilla particular en una planta determinada y el óvulo particular fertilizado en el ser determinado. Esto significa que la historia de la vida futura de esa planta o el ser animal y los principios para gobernar su vida están previamente registrados en la semilla o el óvulo fertilizado como factores y procesos determinados.
Aunque los materiales básicos de los cuales las plantas y seres animales, incluyendo los humanos, están formados son los mismos, hay una variedad casi infinita entre las especies y los individuos.
Las plantas y animales que crecen desde los mismos elementos básicos constituyentes despliegan tanta armonía y proporción, y no obstante una diversidad tan abundante, que el hombre no puede evitar llegar a la conclusión de que cada a cada uno de ellos les es dado individualmente su forma y medida particulares. Es el Destino Divino que establece esta medida.
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