Hechizos y encantamientos
Aquellos que niegan los hechizos y los encantamientos lo hacen porque no creen en nada relacionado con la metafísica o suponen que esto está relacionado con la religión o porque ignoran completamente las realidades más allá del reino físico. Un hombre de cincuenta años una vez me dijo:
Hasta el año pasado no creía en cosas como los hechizos y la brujería. Sin embargo, ese año uno de mis parientes enloqueció. Cuando tuvo un ataque, se puso rígido con los ojos fijos en un cierto punto. No habían quedado doctores a quienes no nos hubiéramos dirigido, pero fue en vano. Finalmente, fuimos con alguien que era conocido en romper hechizos. Recitó encantaciones e hizo algunas otras cosas. Camino de regreso, el paciente preguntó en un tono normal: « ¿Dónde estoy? ¿Qué me sucedió?». Se había recuperado. Llegué a creer que la hechicería es una realidad.
Hay innumerables casos como el mencionado de los que casi todos nosotros hemos sido testigos o hemos oído. Como el Profeta declaró que el mal de ojo es un hecho innegable, la magia o la hechicería también es una realidad innegable. El Corán habla sobre la hechicería que se practica para crear una ruptura entre los cónyuges y la condena severamente. Según el Corán y el Islam, la práctica de la hechicería y la magia o lanzar un hechizo es un pecado tan grave como la incredulidad. Sin embargo, romper un hechizo es un acto bueno y meritorio, pero no debe ser adoptado y practicado como una profesión. Aunque nuestro Profeta se encontraba con los genios, les predicaba el Islam y aceptaba su lealtad, nunca hablaba sobre cómo uno se podía conectar con ellos y cómo se podía lanzar un hechizo o romperlo. Sin embargo, enseñó cómo los genios se acercan a los seres humanos y buscan controlarlos y cómo uno puede asegurarse contra su mal. También enseñó cómo podríamos protegernos contra el mal de ojo y salvarnos de él.
La manera más segura de asegurarnos contra los malos espíritus es ser fuertes en la lealtad hacia Allah y Su Mensajero, que la paz y las bendiciones estén con él. Esto requiere seguir estrictamente los principios del Islam.
Primero, nunca deberíamos dejar de rezar. La plegaria es un arma del creyente contra todas las hostilidades. Es decir que, el rezo es un recurso importante para estar protegido contra todas las clases de daños y para conseguir nuestras metas.
La plegaria no significa ignorar y descuidar el recurso (material) en conseguir las metas. Más bien, la plegaria es de cuatro clases. En realidad, lo que alcanza la Cortede Allah desde todo el Universo es una clase de plegaria. Algunas criaturas, como las plantas y los animales, rezan a través de la lengua de su potencial para lograr una forma completa y manifestar ciertos Nombre Divinos.
Otra clase de plegaria está expresada con la lengua de las necesidades naturales. Todos los seres vivos le rezan a Allah, El Que es Absolutamente Generoso, por la satisfacción de sus necesidades vitales que ellos mismos son incapaces de encontrar.
Hay una tercera clase de plegaria que se hace en la lengua del desamparo total. Una criatura viviente en situaciones difíciles se refugia en su Protector Invisible con una genuina súplica, y acude a su Señor Totalmente Misericordioso. Estas tres clases de plegaria siempre son aceptables a menos que se impidan de alguna manera.
El cuarto tipo de plegaria, que todos la conocen, es la que hacemos nosotros. Esta también se divide en dos categorías: una es activa y por disposición, y la otra, verbal y con el corazón. Por ejemplo, actuar de acuerdo a las causas es una plegaria activa. El hombre, cumpliendo con las causas, trata de ganar la aprobación de Allah a su pedido, pero las causas solas no son suficientes para que se produzca el resultado, y es Allah solamente el Que produce el resultado. Arar la tierra, por ejemplo, es una plegaria activa, que realmente golpea la puerta del tesoro de la Misericordiade Allah. Análogamente, ir a un doctor también es una plegaria activa para recuperarse de una enfermedad. Por esta razón, le incumbe a un creyente ir a un doctor cuando está enfermo. Se debería preferir a los psiquiatras creyentes en caso de enfermedad mental. Innumerables casos han demostrado enfáticamente que la mayoría de las enfermedades mentales no son debido a causas materiales y la terapia (física) no es suficiente para curarlas. La mayor parte de ellas requieren una terapia «espiritual».
El tipo activo de plegaria es aceptable en la mayoría de los casos ya que es una aplicación directa al Nombre Divino, al Totalmente Generoso. Como para la segunda categoría de la plegaria de los seres humanos, que se hace con la lengua y el corazón, esta es la verdadera. Es para pedirle a Allah desde el corazón algo que nosotros solos somos incapaces de obtener. El aspecto más importante de esta clase de plegaria, y su fruto más fino y dulce, es que el suplicante sabe que existe Sólo Uno que lo oye, es consciente de cualquier cosa que le ocurre en su corazón, Cuyo Poder se extiende en todas partes, Quien puede satisfacer cada deseo suyo, y Quien viene en su ayuda desde la misericordia por su debilidad e insuficiencia.
La plegaria es una forma de adoración y la recompensa para la adoración es dada principalmente en la Vida Futura.Por esta razón, no debemos decir, «Nuestra plegaria no ha sido respondida», cuando no se nos es dado aquello por lo que rezamos. La plegaria cuando es respondida no significa necesariamente su «aceptación» en todos los casos. Hay una respuesta para cada plegaria; pero aceptar la plegaria y dar aquello por lo que se reza depende de la Sabiduríade Allah. Supongamos que un niño enfermo le está pidiendo a un doctor que le de una cierta clase de medicamento. El doctor le da ese cierto tipo de medicamento o uno mejor para beneficio del niño; o no le da ningún medicamento, si juzga que cualquiera puede ser malo para la salud del niño.
Similarmente, Allah Todopoderoso, Que es el que Todo lo Oye y Todo lo Ve, responde ciertamente la oración de Su sirviente, y Él convierte la depresión de la soledad en el placer de Su Compañía. Pero Su respuesta no depende de las fantasías del hombre, más bien depende de la Sabiduría Divina.Según Su Sabiduría, Él da lo que se le pide, lo que es mejor o no da nada. Debido a que él responde, debemos rezar.
Como rezamos nosotros mismos, también debemos pedir que aquellos que están más cerca de Allah recen por nosotros. Los Compañeros frecuentemente le pedían a nuestro Profeta que rezara por ellos. Como está registrado por Ibn Hanbal, Abu Dawud y Tabarini, Umm Hani informó: «Un niño demente fue traído ante el Mensajero de Allah, que lo tocó y dijo: "! Sal, oh enemigo de Allah!" Luego, lavó el rostro del niño y rezó. El niño se recuperó de la demencia». Hay muchos casos similares narrados en la Biblia. El Profeta Jesús, la paz sea con él, fue famoso por curar a los dementes con el permiso y el poder de Allah.
Debemos abstenernos de recurrir a los exorcistas. La gente con dificultades es tentada para acudir a los así llamados exorcistas. Aunque puede haber unos pocos que sepan cómo echar a los malos espíritus de diferentes maneras, esto es en los casos más peligrosos. Primero, la mayoría de la gente conocida como exorcistas son unos charlatanes. Segundo, un exorcista debe ser alguien que sea muy cuidadoso con sus obligaciones. También debería ser una persona honrada que sepa muy bien cómo exorcizar a alguien. Tercero, los pacientes habitualmente confían en los exorcistas y les atribuyen a ellos su recuperación. También confían en el encantamiento escrito o amuletos que les aconsejan llevar. Sin embargo, nuestro Profeta declaró que Allah admitió en el Paraíso a setenta mil personas sin llamarlas para que describan sus actos en el mundo. Son aquellos que no llevan brazales, ni amuletos, y no consideran las cosas de buen o mal augurio, y ponen su confianza completamente en Allah.
Deberíamos consultar a los psiquiatras creyentes. El psiquiatra o doctor a quien recurrimos no debería ser alguien que se ha limitado a los confines estrechos de la materia. Un psiquiatra materialista que no cree en el espíritu y los seres espirituales puede aconsejar a su paciente que sufre de insatisfacción espiritual o está poseído por malos espíritus para complacerse en los placeres y la diversión. Esto es como aconsejar a una persona sedienta que apague su sed con el agua salada del mar.
Hay ciertas plegarias especiales para recitarse. Hay plegarias especiales que el Mensajero de Allah que se recitan en ciertas ocasiones y son para protegerse contra los males de Satanás y otros genios no creyentes. El Verso del Trono es uno de ellos. Un verso Coránico dice: Si se te ocurre una incitación de Satanás, busca refugio inmediatamente en Allah (41:36). Es decir que, deberíamos decir: «Busco refugio en Allah huyendo del maldito Satanás».
Como informó Aisha, la Madre de los Creyentes, el Mensajero de Allah recitaba la Sura al-Falaq y al-Nas tres veces cada mañana y anochecer y, soplando en sus palmas, juntas, las frotaba contra las partes de su cuerpo que pudiera alcanzar. En otra ocasión, el Mensajero de Allah solía recitar tres veces cada mañana y anochecer: En el Nombre de Allah, al que nada sobre la tierra y en el cielo puede hacer daño contra Su Nombre, y Él es el que Todo lo Oye, el que Todo lo Sabe. Esta recitación y la siguiente están entre las plegarias aconsejadas para la protección contra la parálisis: Busco refugio en todas las palabras de Allah por todos los diablos y bichos y por todos los males de ojo.
El Iman Ghazali aconseja contra los hechizos, encantos y malos espíritus la recitación de En el Nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo una vez, Allah es el más Grande diez veces, y El mago no tendrá éxito dondequiera que aparezca (20:69), y desde el mal de los que soplan en los nudos (113:4).
Otra manera recomendada es la recitación de los dos versos arriba indicados diecinueve veces cada recitación después de tomar un sorbo de líquido como agua, té o sopa.
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