El ambiente educativo
Considerad el versículo siguiente:
Él es Quien ha enviado entre los iletrados a un Mensajero de los suyos, recitándoles Sus Revelaciones, y purificándolos (de las falsas creencias y doctrinas, y pecados, y toda clase de impureza), instruyéndolos en el Libro y la Sabiduría, mientras que antes en verdad se hallaban perdidos en el error evidente (62:2).
Algunas de estas palabras son muy interesantes. Dios es nombrado en tercera persona porque los árabes, en su ignorancia, primitivismo y salvajismo no Lo conocían. Como no existía un «Él» en las mentes de estos ignorantes, Dios primero enfatiza la oscuridad de su naturaleza, la gran distancia que hay hasta Él e indica que no pueden ser guiados directamente por Él mismo.
Dios los llama iletrados. Ellos no eran del todo iletrados pero no tenían conocimiento alguno acerca de Dios y el Mensajero. Dios, por Su Poder infinito, envió a esa insignificante comunidad un Mensajero con una gran fuerza de voluntad, la naturaleza más sublime, la más profunda y más alta espiritualidad e integridad y por medio de él los instruyó en el camino a seguir para que algún día llegaran a convertirse en personas dotadas de gran inteligencia que gobernarían la humanidad.
La palabra entre demuestra que el Mensajero era uno de ellos, pero sólo en el sentido de ser iletrado. Siendo elegido por Dios, no podía pertenecer a la Época de la Ignorancia —la Arabia preislámica—. Sin embargo, tenía que ser iletrado para que Dios le enseñara todo lo que necesitaba saber. Dios lo iba a alejar de su gente, educarlo y convertirlo en un maestro para todas las personas incultas.
Las expresiones recitándoles Sus Revelaciones, y purificándolos señalan que Él les enseña los significados del Corán y de la creación de manera paulatina, y les informa sobre cómo llegar a ser unos seres humanos perfectos esforzándose para alcanzar la perfección espiritual. Él los guía hacia altos rangos de espiritualidad explicándoles el Corán y el Universo y demostrándoles al detalle cómo llevar una vida equilibrada y ejemplar en todos sus aspectos.
La frase mientras que antes en verdad se hallaban perdidos en el error evidente indica que Dios los iba a purificar y educar a pesar de que estuvieran equivocados. Él realizó todo esto mediante un Mensajero iletrado y enseñándoles el Corán. A lo largo de la Historia e incluso hoy mismo, este Libro ha cubierto las necesidades intelectuales y espirituales de innumerables científicos brillantes, eruditos y santos.
Después del Profeta, la humanidad vio su bandera ondeando en todas partes durante siglos. Los que le siguen, tanto ahora como en el pasado, llegan a los reinos espirituales más elevados en alas de la santidad, la piedad, la rectitud, el conocimiento y la ciencia. Los que ascienden por el camino de la buena conducta, la espiritualidad, el conocimiento y la ciencia, tanto hoy como en el pasado, vieron en cada paso las «huellas» del profeta Muhammad y lo saludaron con «¡Dios te bendiga!».
Van a hacer lo mismo otra vez en un futuro cercano. Todas estas supuestas ideas originales desaparecerán poco a poco como velas apagadas en un soplo dejando sólo un «Sol» —el Corán— que nunca se pondrá. Su bandera será la única que va a ondear en el horizonte y cada generación va a correr hacia ella despojándose de las cadenas alrededor de sus cuellos.
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