Fethullah Gülen: “La democracia en Turquía se está erosionando bajo el AKP”
El erudito islámico turco Fethullah Gülen ha dicho que Turquía, que no hace mucho tiempo era la envidia de los países de mayoría musulmana debido a su intento por convertirse en un miembro de la UE y a su dedicación por ser una democracia en funcionamiento, está revirtiendo el progreso y ejerciendo medidas drásticas contra la sociedad civil, los medios de comunicación, el poder judicial y la libertad de empresa bajo el gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (Partido AK).
En un artículo de opinión publicado en The New York Times el martes, Gülen citó las victorias electorales del Partido AK, destacando el hecho de que los líderes turcos en el poder parecen reclamar mandatos absolutos en virtud de haber ganado las elecciones.
“Pero la victoria no les concede permiso para ignorar la Constitución o reprimir las discrepancias, sobre todo cuando las victorias electorales están construidas sobre el capitalismo de los amigos y el servilismo de los medios. Los líderes del AKP (Partido AK) ahora consideran cada crítica democrática como un ataque contra el Estado. Al ver toda voz crítica como un enemigo – o peor, un traidor – están llevando al país hacia el totalitarismo”, concluyó Fethullah Gülen.
Gülen señaló la presión contra los medios de comunicación y las operaciones en contra de los mismos, y dijo que los miembros de los medios de comunicación independientes fueron detenidos y se enfrentan ahora a “cargos que fueron posibles gracias a los recientes cambios en las leyes y el sistema judicial”.
“Este acoso constituye un mensaje que manifiesta que todo el que se interponga en el camino de la agenda del partido en el poder será blanco de calumnias, sanciones e incluso acusaciones falsas”, dijo Gülen.
Subrayando los principios básicos de una democracia que funciona adecuadamente, Fethullah Gülen afirmó: “Ningún líder político o religioso tiene la autoridad para anularlos”. Fethullah Gülen también expresó su decepción en relación a otros eruditos religiosos que proporcionan una justificación teológica para la opresión del partido en el poder y la corrupción y también por aquellos que permanecen en silencio. “Hablar en contra de la opresión es un derecho democrático, un deber cívico y, para los creyentes, una obligación religiosa”, dijo.
Mencionó estas observaciones realizadas por funcionarios del gobierno dirigidas a los seguidores del movimiento Hizmet (también conocido como el movimiento Gülen), diciendo que la “retórica utilizada por el partido gobernante repetidamente para reprimir a los participantes del movimiento Hizmet no es más que un pretexto para justificar su propio autoritarismo”.
Negando la participación del movimiento en un partido político o la búsqueda de ambiciones políticas, Fethullah Gülen también refutó las afirmaciones de que él quiere tener un papel en la política turca.
“Cualquiera que sea la influencia que se me atribuye, la he utilizado como un medio para promover proyectos educativos y sociales que ayudan a nutrir a las personas virtuosas. No tengo ningún interés en el poder político”, Fethullah Gülen declaró.
Admitiendo que muchos de los seguidores del movimiento Hizmet apoyaron en su día la agenda política del Partido AK, incluyendo la apertura del proceso de adhesión de Turquía a la UE en 2005, Fethullah Gülen dijo: “Nuestro apoyo en aquel momento era por principios, al igual que nuestra crítica en la actualidad”.
“Tenemos el deber y el derecho de manifestarnos acerca de las políticas del gobierno que tienen un profundo impacto en la sociedad”, agregó.
En lo que respecta a las alegaciones de que los seguidores de Hizmet tomaron posiciones dentro del gobierno con el fin de tener influencia sobre cómo es gobernado el país, Gülen dijo que los participantes en el movimiento Hizmet tienen una presencia en las organizaciones gubernamentales y en el sector privado, pero afirmó: “Estos ciudadanos no pueden ser privados de sus derechos constitucionales o ser objeto de discriminación por su simpatía a los ideales de Hizmet, siempre y cuando cumplan con las leyes del país, las reglas de sus instituciones y los principios éticos básicos”.
Gülen también criticó los intentos del gobierno turco en “ señalar” a Hizmet, declarando: “Trazar un perfil sobre cualquier segmento de la sociedad y verlos como una amenaza es un signo de intolerancia”.
Subrayando que los seguidores de Hizmet no son las únicas víctimas de la represión del Partido AK, Fethullah Gülen dijo que lo kurdos, alevitas, los no-musulmanes y los musulmanes suníes que no apoyan al partido gobernante también sufren la opresión del mismo.
“En ausencia de controles y contrapesos, ningún individuo o grupo está a salvo de la ira del partido en el poder. Independientemente de su observancia religiosa, los ciudadanos pueden y deben unirse en torno a los derechos humanos y las libertades universales, y democráticamente oponerse a aquellos que violan dichos derechos y libertades”, dijo Gülen.
Reiterando que la democracia y los derechos humanos en Turquía han sido prácticamente dejados de lado, Fethullah Gülen llamó al pueblo turco a ejercer sus derechos legales y democráticos de nuevo para recuperar el futuro de su país.
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