¿Es Hizmet un intento de la extrema derecha de defender el orden social?
Hizmet no transgrede los límites del sistema para defender el orden social, como ocurre con los movimientos de extrema derecha o los fascistas. El Movimiento no plantea exigencias, ni compite o crea conflictos dentro del sistema organizativo o político del estado en defensa de una causa.
Hizmet no es materialista ni antagónico puesto que no plantea una lucha o movilización por la producción, la apropiación y la asignación de los recursos básicos de la sociedad, y no entra en conflicto a causa de los desequilibrios de poder ni de los medios u orientación de la producción social. No disputa las normas compartidas ni los procesos de representatividad. No debate acerca de cómo se adoptan las decisiones normativas a través de las instituciones democráticas.
Hizmet busca el equilibrio interno de la sociedad. Busca un intercambio entre las diferentes partes del sistema, y que las funciones sean garantizadas y respetadas recíprocamente para que la vida social, la justicia y la prosperidad material e inmaterial de los individuos se mantengan e incrementen mediante la interacción, la comunicación, la colaboración y la educación. Estas relaciones ayudan a los individuos a entenderse a sí mismos, al mundo y sus asuntos, y lo que hay después de él.
El Movimiento no se interesa de forma directa en el cambio institucional o en la modificación de las relaciones de poder. Más bien, quiere lograr cambios en el individuo, en su mentalidad, en sus actitudes y conducta. Las numerosas formas de actividad comunitaria voluntaria y altruista asumidas por los participantes en el Movimiento atañen a la vida cotidiana y su orientación es estrictamente cultural y apolítica.
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